Estaba buscando un nuevo relleno de limón. Hasta ahora usaba frosting de queso al que añadía la ralladura de un limón y un par de gotas de esencia.... Y digo "hasta ahora" porque he descubierto la crema de limón perfecta.
Encontré una receta en Biscayenne (tenéis que pasaros por su blog es fantástico!). La modifiqué un poco y me quedó tan perfecta como ella explica.
Es una crema de textura delicada, aroma imponente y sabor insuperable, que desde ya se ha convertido en una de mis preferidas.
Ingredientes:
180gr de Azúcar
100gr de Mantequilla
Ralladura de 1 limón
Zumo de 2 Limones grandes
(adapta esta cantidad al tamaño de los limones)
3 Huevos
No tengo rallador; bueno, sí tengo pero no me gusta, así que NO TENGO :). ¿Qué hice? Con un pelador de verduras pelé los dos limones y, con mi santa paciencia, piqué con un cuchillo las peladuras. El resultado ha sido encontrarse con trocitos muy pequeñitos mezclados en la crema, casi inapreciables, pero deliciosos. (Nota: comprar rallador)
Esta deliciosa crema se hace al baño maría, hay que preparar los utensilios, y dos cosas a tener en cuenta: No debe entrar agua en la crema, y la crema no puede hervir.
En el cazo de arriba ponemos el zumo de los limones (yo colé el zumo, bastantes tropezones teníamos con la ralladura...), el azúcar (podéis poner más si os gusta muy dulce, Biscayenne pone 220) y la mantequilla. Cuando ésta última se haya fundido y mezclado todo completamente se añaden los huevos. ¡OJO! Hay que batirlo aparte y es conveniente añadirlos desde un colador. De esta forma conseguiremos que el huevo no cuaje, ya que por el colador sale a hilitos, y nos ayuda a que se vaya mezclando lentamente.
No se puede dejar de remover hasta que se haya conseguido una textura crema. Es sólo un poquito de paciencia.
El resultado es exquisito, y la receta es súper sencilla y sin dificultad.
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